Un lánguido atardecer en el campo bombalense
La imagen es bella, elocuente: un lánguido atardecer en Bombal. El campo ya está casi listo para recibir a la noche, que tardará muy poco en llegar. El camino de tierra apunta al sol, muy poco antes de que desaparezca bajo el horizonte.
Las nubes ténues, arriba, se asemejan al esqueleto de un gran dinosaurio. Otras, más abajo, tomaron prestado el suave color naranja del astro rey. Algunos grupos de árboles se recortan en el horizonte.
La fotografía es solamente un ejemplo del fantástico paisaje rural de la zona. Para mirar, admirar y disfrutar. (Ph: Pablo Harvey).