El tren espera, al atardecer
Acariciado por los rayos del atardecer, el tren espera en Bombal su momento de partir. La locomotora roja se tiñe de dorado. Detrás, la larga fila de vagones que parece no tener fin. Para completar la escena, sólo falta imaginar el sonido de la bocina tan conocido, que despierta emociones a quienes lo escuchan.